Ventajas
- Precio: La relación precio / calidad-confort es óptima.
- Calidad: Al tratarse de un proceso industrializado, existe mayor control de calidad de los materiales, del proceso constructivo y del producto terminado.
- Rapidez: Ahorro en los tiempos de ejecución en más del 70%.
- Sostenibilidad: Gran eficiencia en los procesos, minimizándose el consumo de recursos y de energía, al mismo tiempo que se recicla. Se podrá hacer uso de un edificio ecológico, eficiente y sostenible. En su fabricación, al reciclar contenedores marítimos, se minimiza la emisión de CO2 doblemente, evitando por un lado el consumo que implica su eliminación y suprimiendo por otro la elaboración de la estructura portante.
- Versatilidad: El modelo de diseño permite la posibilidad de desmontar, reutilizar y reubicar los módulos.
- Potencial: El edificio puede ir creciendo en el tiempo en función de las necesidades futuras de forma rápida y eficaz según la demanda requerida por sus habitantes o usuarios, sin afectar a la distribución interior. Resulta un producto especialmente idóneo para ampliaciones, puntuales o sucesivas, de edificios existentes mediante la adquisición de unidades sueltas, disminuyéndose los impactos en ellos y en su entorno construido.
- Seguridad laboral: Ubicación de los procesos de fabricación y montaje en entornos controlados.
- Seguridad presupuestaria: El presupuesto de obra no se dispara ni sufre incrementos inesperados.
- Normativa: Se garantiza que la edificación cuenta con todas las prestaciones, y cumple con las exigencias de las normativas más estrictas, como el Código Técnico de la Edificación, especialmente en los aspectos antisísmicos y climáticos.